Bolivia

La Tierra
donde una nace
no es sólo donde crecen los cultivos
sino que junto a los miles de papas bolivianas
se cosechan almas, referencias e identidades
más allá de lo geográfico, geológico y sociocultural.

La Tierra
que se deja atrás en busca de oportunidades lejanas
sigue fluyendo en recuerdos como ríos en las venas migradas
y quien sale lejos siempre busca la manera de reincidir
reubicarse en lo que se asocia a su Tierra natal cerca del ombligo Titikaka.
¡Hasta se carga el monolito de la cultura tiwanakota en desfiles por calles lejanas!
Se recrean encuentros,intercambios para compartir con sus semejantes
y revivir sabores, colores, ritmos y sentimientos
cuyas raíces reflejan lo más profundo del ser boliviano.
Momentos de alegría así sirven para distraerse de lo difícil de estar en la migración.

La Tierra
donde una nace no es siempre donde una crece
pero sí siempre está presente como referente gastronómico y cultural.
De esta Tierra surgen montañas policromadas
como el Sajama, que irradian tonos tan diversos como un apthapi
o los colores diversos que vuelan al paso de la Llamerada, Diablada o Tinku.
Otros referentes están salpicados de nieve como la Cordillera Andina
que son como las montañas de chuño y tunta
que consumen los emigrantes para recrear su Bolivia, al revivir en grupo
lo que es sentirse parte de ésta, La Tierra Boliviana.

Kellie Germond

Imaxes: Montes Sajama e da fronteira Bolivia-Chile, lago Titikaka (autora: Kellie Germond).